Cuando la naturaleza comparte su alegría, cuando comparte todos los tonos de todos sus colores, sus matices y sus estaciones, cuando se comparte y adorna a quien la porta, se hace perenne, se hace eterna. Y ahí, justo en ese cruce que se complementa, existe Agnes. Sus textiles, experimentales y respetuosos de la naturaleza, se tiñen de todo lo que ésta tiene por contar, y nacen formas, contrastes, mezclas y vacíos que no pueden más que hablar de la magia que en toda ella habita.