La laguna de Chacahua es un inmenso espejo escondido en el estado de Oaxaca. Es navegar por sus manglares, observar las diferentes especies de aves, sentir que te adentras a un nuevo mundo en medio de la nada. Es sentir que el tiempo no existe, que el paisaje a tu alrededor no puede ser más bello y que nosotros, los humanos, no podemos ser más pequeños. Es llegar a una colonia del mundo en donde abunda la tranquilidad, en donde el mar es infinito. Es caminar por la arena suave y observar cada rincón por donde entra el sol, cada color que da vida al lugar y querer hacer un hueco en la mochila para llevártelo todo. Afortunadamente existe la memoria, que almacena lo que no cabe ni en imágenes ni en palabras.

The Chacahua lagoon is an immense hidden mirror in the state of Oaxaca. It is to navigate through its mangroves, observing the different species of birds feeling that you are entering a new world in the middle of nowhere. It is to feel that time does not exist, that the landscape around you cannot be more beautiful and that we, humans, cannot be tinier. It is arriving at a colony in the world where tranquility abounds, where the sea is infinite. It is walking through the soft sand and watch every corner where the sun enters, each color that gives life to the place and wanting to make some space in your backpack to take everything with you. Fortunately there is memory, which stores what does not fit in images or words.