Los lentes como complemento de los días, de las tareas, de una vida. Como filtro, pantalla o escudo. Como marco que acompaña el vaivén del tiempo, de la mirada. Los lentes como casa, y la visión como impronta que estampa los pasos. Los lentes, que no son cosa fácil, tampoco hacen sencilla su elección. Se requiere, pues, de una intención conocedora y cuidadora de detalles, de una selección estudiada que distinga lo mejor de lo mejor. Se requiere de una Casa de Visión.